Todos queremos abrir esta puerta, todos queremos encontrar detrás de ella un aire que sople liviano, queremos sumergirnos en un mar de libertad, donde nadie te pueda juzgar por tu diferencias, donde ningún cuchillo pueda presionar e imponer en tus decisiones y poder hablar sin temores.
Algo de verso, un poco de sueños y unas gotas de esperanza en nuestro interior hace anhelar entrar a navegar en respeto y libertad, pero por qué no plasmar esto en nuestro mundo real, dejemos de esperanzarnos en que el resto algún día los demás cambien, dejar de pensar en un cuando la sociedad fuere así..., viviendo en nuestro cielo fantástico y resignándose a la triste realidad y modo de vida, será otro sueño que vuela a perderse entre las nubes, carguemos la responsabilidad de poder cambiar nuestro ambiente comunitario comenzando por nosotros mismos, en nuestra familia, dejando ser libres a otros para que también nos otorguen esa facultad que aunque es un derecho nuestro; muchos nos lo quitan privándonos de este, consideremos las opiniones del vecino, del compañero, respetemos sus gustos, sus pensamientos y valoremos la diversidad de ideología que nos rodean, no callemos ante la injusticia sino protestemos contra ella y luchemos por nuestro sueño volátil hagámoslo firme, invitemos a la convivencia democrática, a la paz a morar en nuestra sociedad que se puede hacer la realidad.
Andrea Beatriz Chavez Angeles.-
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ResponderEliminarExcelente, te felicito por la exposición de ideas que nos presentas en este artículo. Tienes un aire de literata que bien podrías aprovechar.
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